Experiencia en Madrid
Mi pareja me propuso hacer un viaje a Madrid y poder ver en persona todos aquellos lugares que no había tenido la oportunidad de visitar nunca. Aprovechando la ocasión, me dio una gran y gratificante sorpresa; poder ver un partido de fútbol por primera vez. De siempre me ha llamado la atención cómo se podría grabar en directo tantos planos y con tantas cámaras en distintos localizaciones.
Me daba miedo porque es un lugar donde va mucha gente, se forman grandes filas de gente y de tal impaciencia, entran a empujones, también ha ocurrido que algunas personas han hecho malos hechos.
Al entrar me sorprendió lo grande que es y la cantidad de personas que caben ahí. Pensaba que no se llegaría a llenar y acabé llevándome una sorpresa cuando supe que las entradas se habían agotado. De siempre he tenido ilusión por ir, por ver cómo conseguían grabar un partido de fútbol en el momento y con esas dimensiones. Me sorprendió hasta el color verde del cesped, ese verde tan intenso y llamativo.
Tengo que confesar que estaba mucho más pendiente de las cámaras, cómo se movían, lo grandes que eran, la cantidad que utilizaban y lo distintas que eran unas de otras, de los planos que se usaba en cada cámara, cómo se manejaban y lo fácil que parecía verles grabar. Me enamoré de una en concreto, y es que, para ver a los personajes desde un plano cenital manejaban una cámara que se situaba por encima de los jugadores, sujeta por unos cables, y siempre iba tras el balón. Aún así pude disfrutar también del partido y los goles que consiguió meter mi equipo.
¡¡LISTA PARA VOLVER!!