top of page

Contraste lumínico con retratos

Para poder realizar esta práctica teníamos que poner el marcha el contraste lumínico para poder saber cuáles son las intensidades de las fuentes de iluminación más adecuada. Para ello, mi grupo y yo hemos montado una iluminación con dos fuentes de luz distintas a cada lado; la primera utilizada como luz principal para definir al sujeto y que esté bien iluminado; la segunda estaba direccionada para iluminar el fondo, para contrastar y evitar todo lo posible las sombras, consiguiendo así un contraste lumínico.


Cuando estamos ante esa situación, nos encontramos con las diferentes intensidades de las fuentes de luces, las tenemos en diafragma (número F). La diferencia entre esas intensidades de las distintas fuentes se expresa como 2:1, 8:1, 32:1, 64:1, etc, siendo el primer número la fuente principal y el otro la secundaria. Para realizarlo debemos de echar mano de un fotómetro, situándolo delante de la fuente y estando a la misma distancia del motivo para saber cuánta luz le llega y poder regularla cuando hacemos un flashazo.


Al ponernos a medir la luz recuerdo que nos aportaban intensidades como la de F 16 de la luz principal y de la que se dirigía al fondo un F 8 para general contrastes. Cuando ya teníamos toda la iluminación correcta, teníamos que hacer tres fotografías a un compañero desde tres puntos de vista distintos respecto a su personalidad, es decir, siguiendo la premisa “Cómo me ven, cómo me muestro, cómo soy”. Aquí os muestro las tres fotografías que le he realizado a mi compañera Aroa Santiago:








¿Cómo le ven?


Yo le veo una chica borde, una persona que dependiendo del día te puede hablar de una forma u otra distinta.























¿Cómo se muestra?


Se muestra pasota, no se si es por las cosas que ha vivido o porque quiere evitar que los problemas le lleguen a afectar.


Me encanta que sea así porque esto quiere decir que es fuerte y luchadora.






















¿Cómo es?


Es una persona dormilona.





















Parece muy fácil ponerte delante de una cámara y posar pero no, ni el que se pone delante de la cámara ni el que está detrás de ella tienen las cosas fáciles. Sobre todo para esta actividad podemos apreciar esa dificultad, esa complejidad de adentrarnos en nosotros mismos y poder reflexionar sobre estas preguntas (¿Cómo me ven?, ¿cómo me muestro?, ¿cómo soy?). A veces es curioso saber estas cosas pero puede ocurrir que la sociedad nos vea de distinta forma a la que nosotros creemos que somos.


Por otra parte, el que está detrás de la cámara también tiene las cosas un tanto complicadas porque es el que dirige al modelo, si no sabe la hemos cagado. En mi caso, la sociedad no me ve como yo creo que me muestro y en parte es favorecedor. Esta práctica me ha parecido muy interesante, ya no solo por cómo me han visto a mi sino como vemos y creen que son al resto de mis compañeros.


Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
No hay etiquetas aún.
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page